jueves, 24 de septiembre de 2015

Poemas y versos sueltos de Alberto Rivas en "Cartas a Gilgamesh"


Versos sueltos, extractos de poemas

TIENES EL DON de parecer que no has pasado nunca


SUERTE QUE MIRO al espejo
y el espejo no me mira.


DE LOS MUROS del invierno
nació una primavera en ti


Y GRITO desde la piedra de tu espalda
desorbitado


Los poemas

Carta a Gilgamesh nº 1 
De entre los muertos

Ellos no tienen los besos
ni la vergüenza
no tienen el ansia de la vida inacabada
ni el lamento
ni siquiera la verde comezón de un arrepentimiento
ellos no tienen la culpa
no tienen ya minutos que perder
rencor desenfreno o desamparo
ellos lo tienen todo escondidos

ahí donde ya no hay amor
ahí donde escampa la tormenta
y el sueño se hace carne
y la carne apenas vuelo

púdrase usted y también el infinito
ellos ya no esperan más
no tienen las ganas
ni el respeto
ni tan siquiera la razón
ellos no tienen los besos
ni su carne

dentro de su vida muerta
ellos saben lo que es ser libre.


TE PRONUNCIÉ esdrújula
porque sabía que sabías bailar
te llevé a los adentros
porque sabía que sabías el camino
te apagué la luz
porque sabía que alumbrabas con los ojos
todas las palabras que guardo
en el fondo del estómago.


DADME piel
y cometeré una y otra vez
el mismo error
con nombre y apellidos.


Carta a Gilgamesh nº 12
Realidades fraudulentas con el don de encantar

Vivimos el invierno constante
tú y yo hermanos del mismo páramo
árboles en dura corteza retorcidos
el alma de sal y silencio
tenemos las raíces y la culpa
compartimos el mismo viento
no queda ya calor
llora el sol en luminosa batalla
viviendo un día más

la lucha es siempre mentira
pactado el verbo
vivir nos da lo mismo
pero morir nos aterra
en un día a día inadvertido
la caliente oquedad del ayer
la fría bandeja de mañana
no eres especial
la primavera escasea para todos
ahí fuera las bestias
aquí dentro
algo parecido a una promesa
pero más líquido

no te afanes en sonreír
el hambre nos la hemos buscado nosotros
los que queremos volar
y siendo blancos como nubes
solo sabemos llover

la condena es entender
el mito que nació de la palabra
la condena es dejarse hundir
por este océano sin comisuras
la condena es invierno
un mundo para todos
arráncate el corazón del pecho si quieres
no tiene boca pero miente
ya en el juicio sentado
jura el corazón y miente
todo es humo
se abraza la locura a nuestra nuca
rascando hasta ver el hueso sustento
anónimo y pálido
se va pudriendo
como cualquier verdad
todo lo que va por debajo es tristeza
todo cuanto tienes que decir es silencio.


SIEMPRE la sangre ayuda

a tapar la herida.

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