La cojita está embarazada.
Se mueve trabajosamente,
pero qué dulce mirada
mira de frente.
Se le agrandaron los ojos
como si su niño
también le creciera en ellos
pequeño y limpio
A veces se queda viendo
quién sabe que cosas
que sus ojos blancos
se le vuelven rosas.
Anda entre toda la gente
trabajosamente.
No puede disimular,
pero, a punto de llorar,
la cojita, de repente,
se mira el vientre
y ríe. Y ríe la gente.
La cojita embarazada
ahorita está en sus balcón
y yo creo que se alegra
cantándose una canción:
"cojita del pie derecho
y también del corazón".
Jaime Sabines
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