El sábado 7 de Febrero, Marco Antonio Montes de Oca murió en México sin haber tenido el merecido privilegio de haber publicado en vida en Poesía Abierta. En
La Jornada, 11 de Febrero, encontrarás la luctuosa nota.
El pasado domingo volvía yo a su poesía en la antología 'Poesía en Movimiento', de Octavio Paz, Alí Chumacero, José Emilio Pacheco y Homero Aridjis (siglo veintiuno editores, en su trigésima edición de 2003), y me da este impulso (es domingo cuando escribo) de sacar uno de sus poemas de 'Delante de la luz cantan los pájaros' y buscarle en internet. Mala noticia. Vaya su poesía:
LA LUZ EN RISTRE
La creación está de pie,
su espíritu surge entre las blancas dunas
y salpica con hisopos inagotables
los huertos oprimidos por la bota de pedernal
o la fría insolencia de la noche.
Los colores celestes, firmemente posados en los vitrales,
esponjan siluetas de santos;
un resorte de yeso alza sobre el piso miserable
sombras que bracean con angustioso denuedo.
Y llama el cuerno mágico a las creaturas gastadas en el dolor
para que el vértigo maravilloso instaure su hora de resarcimiento
y la ceniza despierte animada en grises borbotones.
La única, espléndida, irresistible creación
está de pie como una osamenta enardecida
y sobrepasa todas las esclusas, toca en cada llama la puerta del incendio
y ensilla galaxias que un gran mago ha de montar,
cuando el espíritu patrulle por el alba
hasta encontrar los pilares del tiempo vivo.
Marco Antonio Montes de Oca en Delante de la luz cantan los pájaros'