martes, 26 de octubre de 2010

El 'Diccioanrio del diablo' de Ambrose Bierce

N

Nacimiento, s. Primero y más terrible de todos los desastres. Sobre su naturaleza, hay distintas opiniones. Cástor y Pólux nacieron de un huevo. Pallas, de un cráneo. Galatea, de un bloque de piedra, Peresilis, autor del siglo X, asegura que brotó del suelo donde un sacerdote había derramado agua bendita. Es sabido que Arimaxus surgió de un agujero hecho por un rayo en la tierra. Leucomedón era hijo de una caverna en el Monte Etna, y yo personalmente he visto a un hombre salir de una bodega.

Newtoniano, adj. Perteneciente a la filosofía del universo inventada por Newton, quien descubrió que una manzana siempre termina por caer al suelo, aunque no pudo explicar por qué. Sus sucesores y discípulos han progresado tanto que son capaces de decir cuándo.

Niñez, s. Período de la vida humana intermedio entre la idiotez de la primera infancia y la locura de la juventud, a dos pasos del pecado de la adultez, y a tres del remordimiento de la ancianidad.

Novela, s. (En inglés, romance, novela de aventuras más o menos fantásticas. por oposición a "novel", novela realista ). Cuento inflado. Especie de composición que guarda con la literatura la misma relación que el panorama guarda con el arte. Como es demasiado larga para leer de un tirón, las impresiones producidas por sus partes sucesivas son sucesivamente borradas, como en un panorama. La unidad, la totalidad del efecto, es imposible porque aparte de las escasas páginas que se leen al final, todo lo que queda en la mente es el simple argumento de lo ocurrido antes. La novela realista es al relato fantástico lo que la fotografía es a la pintura. Su principio básico, la verosimilitud, corresponde a la realidad literal de la fotografía, y la ubica dentro del periodismo; mientras que la libertad del relato fantástico no tiene más límites que la imaginación del narrador. Los tres principios esenciales del arte literario son imaginación, imaginación e imaginación. El arte de escribir novelas, en la medida en que pudo llamarse arte, ha muerto hace mucho en todo el mundo, salvo en Rusia, donde es nuevo. Paz tengan sus cenizas... algunas de las cuales aún se venden mucho.

O

Observatorio, s. Lugar donde los astrónomos disuelven en conjeturas las adivinanzas de sus predecesores.

Obsoleto, adj. Lo que ya no usan los tímidos. Se aplica principalmente a las palabras. La palabra que cualquier diccionario califica como obsoleta se convierte en objeto de terror para el escritor necio, pero si es una palabra buena y no tiene equivalente moderno igualmente bueno, la usará el buen escritor. En realidad, la actitud de un escritor hacia las palabras "obsoletas" es un índice de su capacidad literaria tan bueno como cualquier otro, salvo el carácter de su obra.

Occidente, s. Parte del mundo situada al oeste (o al este) de Oriente. Está habitada principalmente por Cristianos, poderosa subtribu de los Hipócritas, cuyas principales industrias son el asesinato y la estafa, que disfrazan con los nombres de "guerra" y "comercio". Ésas son también las principales industrias de Oriente.

Océano, s. Extensión acuática que ocupa dos tercios del mundo hecho para el hombre, que casualmente carece de branquias.

Ofensivo, adj. Lo que produce emociones o sensaciones desagradables, como el avance de un ejército hacia su enemigo.

--¿Usted cree que el enemigo ha usado una táctica ofensiva? -- preguntó el rey.

--¡Por cierto!--replicó el general defraudado-- ¡Los malditos no han querido salir de su trinchera!

Ópera, s. Espectáculo que representa la vida en otro mundo cuyos habitantes no tienen más idioma que el canto, más movimiento que el ademán y más postura que la actitud. Toda actuación teatral es simulación y la palabra simulación deriva de simio, o mono; pero en la ópera el actor toma por modelo al Simia audibilis (o Pithecanthropos stentor), es decir al mono que aúlla.

Oponer, v. Ayudar con obstrucciones y objeciones.

Oportunidad, s. Ocasión favorable para atrapar un desengaño.

Optimismo, s. Doctrina o creencia de que todo es hermoso, inclusive lo que es feo; todo es bueno, especialmente lo malo; y todo está bien dentro de lo que está mal. Es sostenida con la mayor tenacidad por los más acostumbrados a una suerte adversa. La forma más aceptable de exponerla es con una mueca que simula una sonrisa. Siendo una fe ciega, no percibe la luz de la refutación. Enfermedad intelectual, no cede a ningún tratamiento, salvo la muerte. Es hereditaria, pero afortunadamente no es contagiosa.

Oratoria, s. Conspiración entre el lenguaje y la acción para defraudar al entendimiento. Tiranía atenuada por la taquigrafía.

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