LAS CIGARRAS
Es increíble la tenacidad
que en estas tierras que ganó el verano
exhiben, incansables, las cigarras.
No dudan nunca, muestran una fe
en que su canto es lo mejor del mundo
que para sí quisieran cuantos tienen
cualquier convencimiento. Son criaturas
de laborosiedad indeclinable
(aunque no sé por qué suele decirse
precisamente todo lo contarrio)
y hacen su hermoso oficio un día y otro
sin ningún mal humor, con alegría,
y sin la cabizbaja seriedad
de que las hormigas, por ejemplo,
en obedientes filas se envanecen.
Le resultan al sol imprescindibles
para forjar imperios hegemónicos.
Y cuando cesa su crepitación
se derrumba de súbito el verano.
2 comentarios:
Un grandísimo poema como todo lo de Eloy, gracias Jesús.
Un abrazo.
Gracias a ti por acompañarme.
Un abrazo.
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