Vienes, saludas, ríes,
y lo borroso se levanta y marcha sin excusas.
Entonces te sientas en lo opaco,
tose la alborada su primavera leve,
y el cristal se inventa para mostar lo invisible,
lo caro a la vida.
El amor amanece detrás de la calle
que nunca te atreviste a pisar.
Bajo el sol de las doce en punto,
un lago de hojas baila
una fuga de cisnes vegetales.
En los ojos de un perro arrepentido
suena Bach. Un aire de gloria
dibuja el rizo igual al rizo del aire vulnerado,
su íntima invisibilidad, la celebrada compañía
que te brinda lo invisible tan caro a la vida,
Es el asombro cotidiano,
cuando vienes, saludas y ríes.
____
Me falta mar para tantas voces que traigo.
Me falta la fatigada insistencia de su reclinar
que es la ola, la ciega obstinación
que llega hasta mis pies, como animal
que se arma en el embate y se deshace, y se deshace
para volver limpio y nacido.
Y nos borra la piedra alegre
donde grabamos aquellas palabras,
no sacudas con los dedos tristes de la duda
el limpio espejo del momento,
envejeceremos juntos,
como envejece el mar siempre naciendo,
muerto,
siempre a los pies
de estos extraños
en que nos hemos convertido.
En http://elairevulnerado.blogspot.com/.
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