¡Actualidad! Tan fugaz/ En su cogollo y su miga,/ Regala a mi lentitud/ El sumo sabor a vida. Jorge Guillén
viernes, 10 de febrero de 2012
En 'Versiones' de Rosario Castellanos, poemas de Emily Dickinson, 'Poemas'
Si no estuviese viva
cuando la primavera se anunciara,
dadle a aquel petirrojo
-como recuerdo mío- una migaja.
Si porque duermo, ay, tan profundamente
no puedo dar las gracias,
sabed que entre mis labios de granito
quedaron detenidas las palabras.
___
Morir no hiere tanto.
Nos hiere más vivir.
Un modo diferente, una forma escondida
tras la puerta, es morir.
Los pajaros del sur tienen costumbre
-cuando la escarcha está a punto de caer-
de emigrar hacia climas más benévolos.
Nosotros no sabemos sino permanecer.
Temblorosos rondamos en torno de las granjas
buscando la migaja que alguno ha de arrojar.
Tal es el pacto. La piadosa nieve
persuade a nuestras plumas de volver a su hogar.
___
Dos veces antes se cerró mi vida
y yo permanecí para mirar
si la Inmortalidad, sin velos, me guardaba
algún evento más;
concebido tan grande,ay, tan sin esperanza
como la doble llave de mi encierro.
La despedida es lo núnico que sabemos del cielo.
Y no necesitamos nada más del infierno.
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