el día se marchita
evapora su fulgor
como un coágulo de sangre
expuesto a la intemperie
ya no palpitan las nubes
en el mar inmóvil del cielo
apenas
un banco de pájaros
espejea el oleaje
del tiempo y sus acrobacias
___
a fuerza de no dejar de ser
el sol se deshace siendo:
un cuerpo de arena espectral
se desolla en el filo de la montaña
___
no hay días
tampoco noches
sólo un ganglio luminoso
ensayando el grito ensombrecido
que habrá de iluminar
la vida con la muerte
___
la luz está hecha a la medida de la oscuridad
no es posible concebir haz luminoso
sin la grieta sombría
de donde nace
cada palabra posee
el cadáver exacto de su silencio
cada recuerdo el paisaje
invisible de la memoria
hay un instante en que el asesino
y su víctima
se cruzan por el mismo pensamiento
un momento en que la flecha
es la herida disfrazada por la carne
así ha sido y será siempre
que cada dios está labrado
con la misma precisión que su demonio
que no hay insecto que escape
a la frágil sombra de su vuelo
que los días que destejen la vida
hilvanan simultánea
la piel de nuestra muerte
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