CANCIÓN DE CUNA
A Céline Arnauld
El viento de ida y vuelta
y el abanico en calma
El tren ha muerto en la estación de enfrente
y mi pañuelo cuelga de la rama más alta
Dejad que pasen los arroyos
Dejad que vuelen mis lágrimas
No permitáis en cambio que se acerquen
las ventanas lejanas
La noria seguirá
lavando los pañales
y la playa acunando
los náufragos triviales
VENDIMIA
Leñador del ocaso
que perfumas los astros a tu paso
Guarda bien el compás buen
leñador
y ten piedad del sol caído
único salvavidas del rubio nadador
Guarda bien el compás
pero no cantes jamás
Canción bajo los árboles sin sangre
y frente al mar de luto
En el parque hay un árbol desleal
y mi poema en flor ya se ha hecho fruto
Leñador
musical
Tu canción la ha aprendido mi loro pasional
y a su medida justa desfilan los minutos
Quién no sabe el secreto del color
Rasgar la túnica del viento
y arrancar del humo póstumo
la fruta del amor
Pero tú leñador de las estrellas
no derribes sus hojas sobre el mar
que cuando el sol rescate la antigua primavera
se han de secar tu brazo y tu cantar
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