Sé como los árboles,
cabeza.
Mantén el equilibrio
llena de pájaros.
Sé como el pájaro, poeta.
Canta lo que se puede
cantar, el canto mismo
con la alegría y vuelo
de las palabras
que ni siquiera escritas
permanecen.
Por la mañana
las gaviotas escriben
en la arena
poemas que las olas
recitan y silencian.
¿Por qué veo
al fondo del espejo
al viejo que seré
y no al niño que fui?
¿Quién eres tú
que tienes miedo
entre los árboles?
Un árbol no se alza
contra nadie.
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