que ya ocupa. Soy el mimo
que regresa cada tarde al
mismo sitio. Sin remedio.
Me auto engaño de continuo
desplazando la esperanza
para verla con prismáti-
cos y no bajo la espalda.
"Dos personas que se amaron
nunca dejan de quererse".
No transforma el agua en vino
la más lúcida pancarta.
Las vocales se despiden
de las mudas consonantes
con el sólido argumento
de que... (sobran las palabras).
Y no existe el punto medio,
pues el medio es el extremo
del segmento que conecta el
punto medio al otro extremo.
Mientras tanto, en la nevera,
cuatro lonchas de salami;
media fuente de espinacas
y esa luz que no veremos.
(c) Rafael Sarmentero.
Lo envió Rafael el 3 de Marzo. Perdona Rafael, problemas técnicos me han hecho no publicarlo hasta el 30 de Abril.
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