I
Doramos la herrumbre.
Plateamos la miseria.
Niquelamos serretas y bocados.
Plastificamos las cloacas.
Magnificamos los burdeles
y damos carta de naturaleza
en nuestro corazón
a la pobreza de espíritu,
a la sumisión institucionalizada,
al fraude encubierto,
a la justicia fundamentada
en poderosos argumentos,
arraigados por principios establecidos
en brutales batallas,
donde inhumanas aberraciones
dejaron marcas,
una lluvia de radiaciones
y un complot
contra toda nostalgia.
Alonso Cordel, en Luna-Hiena, Colección Juan Alcaide, Ediciones del Excelentísmo Ayuntamiento de Valdepeñas, 1988.
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