ESTADO DE EXCEPCIÓN
A veces
- muy de tarde en tarde -
la dicha le visita de improviso
se queda un rato
deambula
mira los libros
y se va
no sin antes advertirle
- apuntándole con un dedo -
que no se haga ilusiones
por el simple hecho
de haber escrito
otro poema
EL DESOLADO
Madrugó
se aseó en la palangana
hizo un poco de café
salió mordiendo un pedazo
duro de pan
y en la plaza se sentó
junto a otros viejos
que también venían
a coger un poco de sol
y a soltar un rato
- como si fueran perros -
sus soledades.
HOMBRE BALDÍO
Sentado en medio
del erial de la soledad,
dejaba pasar,
a campo traviesa por su vida,
la caravana de los días,
contemplando cómo
las horas huían
espantadas a su paso
como aves.
'Suburbia', Ed. Point de Lunettes, 2007
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