Por cierto, es un momento tan bueno como cualquier otro para decirte que si pongo comilla simple donde esperas comillas dobles es por comodidad en el manejo del teclado. No estudié mecanografía y manejo mejor la mano derecha que la izquierda. Dicho esto…
En las demás partes del poema ‘Más allá’ no aporta mucho esencialmente nuevo, se detiene, básicamente, sobre alguno de los apuntes anteriores para hacerlo notar con mayor nitidez.
Leamos II:
No, no sueño. Vigor
De creación concluye
Su paraíso aquí:
penumbra de costumbre.
Y este ser implacable
Que se me impone ahora
De nuevo –vaguedad
Resolviéndose en forma
De variación de almohada,
En blancura de lienzo,
En mano sobre embozo,
En el tendido cuerpo
Que aun recuerda los astros
Y gravita bien- este
Ser, avasallador
Universal, mantiene
También su plenitud
En lo desconocido:
Un más allá de veras
Misterioso, realísimo.
Cuidado, no sigas. Párate, fórmate tu opinión. ¡Hazme caso! Lee por ti. No esperes a saber lo que dicen otros, por muy reconidos crítitcos que sean, como es mi caso.
¿Has vuelto? En este poema yo diría que es patente la inquietud ‘De variación de almohada,/ En blancura de lienzo,/ En mano sobre embozo’, ante ese ‘Ser, avasallador/ Universal’, que ‘mantiene/ También su plenitud/ En lo desconocido:/ Un más allá de veras/ Misterioso, realísimo’. Pero, aún así, en esta ‘Penumbra de costumbre’, ‘Vigor/ De creación concluye/ Su paraíso’.
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