viernes, 29 de mayo de 2009

'Viaje redondo', un poemario de Rosario Castellanos

PASAPORTE

¿Mujer de ideas? No, nunca he tenido una.
Jamás repetí otras (por pudor o por fallas nemotécnicas).
¿Mujer de acción? Tampoco.
Basta mirar la talla de mis pies y mis manos.

Mujer, pues, de palabra. No, de palabra no.
Pero sí de palabras,
muchas, contradictorias, ay, insignificantes,
sonido puro, vacuo cernido de arabescos,
jugo de salón, chisme, espuma, olvido.

Pero si es necesaria una definición
para el papel de identidad, apunte
que soy mujer de buenas intenciones
y que he pavimentado
un camino directo y fácil al infierno.

MIRANDO A LA GIOCONDA

(En el museo del Louvre, naturalmente)


¿Te ríes de mí? Haces bien.
Si yo fuera sor Juana
o la Malinche o, para no salirse del folclor,
alguna encarnación de la Güera Rodríguez
(como ves, los extremos, igual que a Gide, me tocan)
me verías, quizá, como se ve
al espécimen representativo
de algún sector social de un país del tercer mundo.

Pero soy solamente una imbécil turista de a cuartilla,
de las que acuden a la agencia de viajes para que
les inventen un tour. Y monolingüe
¡para colmo! que viene a contemplarte.

Y tú sonríes, misteriosamente
como es tu obligación. Pero yo te interpreto.
Esa sonrisa es burla. Burla de mí y de todos
los que creemos que creemos que
la cultura e sun líquido que se bebe en su fuente,
un síntoma especial que se contrae
en ciertos sitios contagiosos, algo
que se adquiere por ósmosis.

LA VICTORIA DE SAMOTRACIA

Avanza como avanzan los felices:
ingrávida, ligera, no tanto por las alas
cuanto porque es acéfala.

Una cabeza es siempre algo que tiene un peso:
la estructura del cráneo que es ósea y el propósito
siempre de mantenerla erguida, alerta.
Y lo que adentro guarda.

COMENTARIO AL ESCULTOR

El que se lamentaba
de hacer su propia estatua con arcilla,
que pruebe las materias que nosotros usamos.
Nosotros, es decir, los marginales:
memoria, ensueños, humo, sueño, esperanza. Nada.

CONVERSACIÓN ENTRE VIAJEROS

A una mujer, ya vieja, que entreduerme
mientras el tren avanza
pero que corre a la excursión con una
avidez que le quita la nobleza a sus años
(como si todavía creyera o si esperara)
le pregunto: Su historia ¿tiene alguna coherencia?
¿El mosaico de días y de acciones
formó algun afigura que pueda contemplarse?
¿Se escribirá un libro co su vida?
¿Se pintará un cuadro con su cara?

Me ve con reprensión, como a una impertinente
que no alcanza a turbarla auqnue esté adjudicándole
un pasado que niega, una memoria
que renunció a tener, y me responde
que posee un a cuenta bancaria como para
comprarse galerías, bibliotecas,
todo lo que los otros han ordenado y hecho.

Y que no necesita de ninguna otra cosa.

PROPOSICIÓN DE LA BOA

(A las puertas de la tour d´Argent)

No comas nunca nada
que no seas capaz de digerir,
que no seas capaz de vomitar.

NINGUNEO

En la tierra de Descartes, junto a la estufa
-ya que nieva y tirito-,
no pienso, pues pensar no es mi fuerte; ni siento,
pues mi especialidad no es sentir sino sólo
mirar, así que digo
(pues la palabra es la mirada fija):
¿Qué diablos hago aquí en la Ciudad Lux,
presumiendo de culta y de viajada
sino aplazar la ejecución de una
sentencia que ha caído sobre mí?

La sentencia que dicta: 'No existes'. Y la firman
los que para firmar usan el Nos
mayestático: el Único que es Todos;
los magistrados, las cancillerías,
las altas partes contratantes, los
trece emperadores aztecas, los poderes
legislativo y judicial, la lista
de virreyes, la Comisión de Box,
los institutos descentralizados,
el Sindicato Único de Voceadores y...
...y, solidariamente, mis demás compatriotas.

NAZARETH

Descendiendo a la cueva en que el Arcángel
hizo su anuncio, pienso
en María, ese vaso de elección.

Como todos los vasos, quebradizo.
Como todos los vasos, demasiado pequeño
para el destino que se vierte en él.

EL RETORNO

Piso la tierra del Anáhuac, que es
la tierra de mis muertos.

Pues bien: como su nombre lo indica-y otros signos-,
están muertos. No hablan.

Algunos, los recientes, con el mentón atado
todavía al último pañuelo.
Otros con la mandíbula intacta, calcio vuelto
a su existencia mineral, que es muda.

Así, pues, no me piden
que yo viva por ellos,
que mire el mundo que no ven, que lleve
adelante un destino que no alcanzó a cumplirse.

Si necesito justificaciones
para estar, para hacer
y, sobre todo, para no borrarme
(que sería lo lógico suguiendo las premisas)
habrá que conseguirlas de otro modo.

¿Con los vivientes, que me dan la espalda,
que no me ven pero que si me vieran
sería con el rechazo del que sabe
que, por ley natural, a menos cuerpos
mayor espacio y aire y esperanza?

¿Con los que llegan ya con la granada lista
para hacerla explotar entre sus manos?
¿Con los que ven en mí el estrobo, la ruina,
el esperpento
que hay que destruir para construir de nuevo?

No. La respuesta no han
de darla únicamente los humanos.
Quizá hacer una obra...
¿Obra?¿Cambiar la faz de la naturaleza?
¿Añadir algún libro a las listas bibliográficas?
¿Hacer variar el rumbo de la historia?

Pero si éste es asunto- otra vez- de hombres
y del tiempo medido al modo de los hombres
y según los criterios
con los que ellos aceptan o rechazan.

¿Entonces, qué?¿Dios?¿Su mandato?
Es demasiado tarde para inventar ahora
o para regresar a la infancia dorada.

Acepta nada más los hechos: has venido
y es igual que te hubieras quedado o que si nunca
te hubieras ido. Igual. Para ti. Para todos.

Superflua aquí. Superflua allá. Superflua
exactamente igual a cada uno
de los que ves y de los que no ves.

Ninguno es necesario
ni aun para ti que, por definición,
eres menesterosa.

Lo he extraído de 'Poesía no eres tú', en el Fondo de Cultura Económica. Tienen librería ne Madrid en la zona de Moncloa: librería Juan Rulfo.

2 comentarios:

Neorrabioso dijo...

Bufff. Qué buenos son todos.

Abrazos.

Hasta pronto.

Bibiana Poveda dijo...

Muyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy buenos! Saludos!!!