Autorretrato de veras
Empieza ahora por las pequeñas cosas.
Uno es un niño
por un momento.
Y entonces es la tierra encendida
y los monos dan saltos en las copas
y luce el sol y dice buenos días.
Pero de pronto uno crece
y un día se levanta con el gesto torcido
para ir a trabajar a una oficina de veras
y es que uno está cansado
y se monta en el coche
y dan ganas de estrellarse contra las farolas.
No pienses que estoy loco.
No sé explicarme bien.
Pero hay momentos
(y son los imborrables)
donde todo es una misma cosa.
Lo grande y lo pequeño se confunden.
Y nada es nunca lo que dice ser.
Algunas veces.
Empieza ahora por las pequeñas cosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario