Círculos
Confía la mirada en que sucedan
las horas que propone el calendario,
no juegue con mentiras,
nos muestre su destino de números en orden.
Y nada es cierto,
los sueños se predican en febrero
bajo el rumor de nieve,
la sombra del tiempo que nos guía
de frío sin mordaza.
Después inventaremos
señales, el nombre del paisaje,
los círculos sin forma.
Se trata de aferrarse a la promesa
aunque entreguemos vida.
Hallar el tiempo en que seremos
dueños de nuestra suerte.
Nunca es el silencio
Siempre llegan sonidos
que se clavan como hierros
en la esfera que envuelve los cristales
y la casa está vacía
a la espera del signo,
de señales precisas.
Alguien escucha una voz,
una mirada
y nunca es el silencio,
pero todos callamos
con sombras del olvido.
Después hablarán los espejos,
la noche y su evidencia,
los rasgos del futuro
con voz inexorable
del que lo sabe todo.
Desde el aire
No reconozco la palabra
que desdeña la voz del viento,
ni soy mirada de otros ojos,
tacto de manos que someten
las caricias al dictado de otro dios.
Admiro la impaciencia
del día por alcanzar la noche,
la llaga que quiere ser herida
la honda por despedir la piedra
y busco las rutas del amor
entre la carne.
Soy guardián de las mañanas que ciegan
las puertas al invierno
y avientan las cenizas
en el cuerpo de la historia.
Soy de vivir cada día
en el filo del aire.
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