PERFECCIÓN FUGAZ
Pinté el tallo,
luego el cáliz,
después la corola
pétalo por pétalo,
y,
al terminar mi rosa,
la induje
a soÑar su aroma.
¡Hice la rosa perfecta!
Tan perfecta
que al día siguiente,
cuando fui a mirarla,
ya estaba muerta.
ETERNIDAD CARNAL
Vámonos quedando así
como los perros, pegados,
hasta que venga la muerte
a separarnos.
O que nos sepulten juntos
ensartados como estamos.
¡Qué más da que difuntos
sigamos cohabitando
bajo tierra, mortalmente enamorados!
POEMA PREFACIO
No me importa
cómo juzguen mi vida,
yo traté de vivirla
haciendo estrictamente
lo que ella apetecía.
No hubo deseo
tentación o capricho
que no le realizara
con eficaz esmero.
Y fuera lo que fuera
al tiempo de cumplirlo
lo transformé en ensueño.
Por ella fui lascivo
y no he dejado puro
ni un poro de mi cuerpo.
Fue tal mi apego
a los desmanes
de su carnal orgía,
que a mis ochenta y dos años
de su infierno en ruinas
aún estoy creando mi poesía.
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