jueves, 29 de mayo de 2014

Selección de versos de Jorge Riechmann (7)





¿Pero tú qué te crees, niño?


Desandar lo andado es dar un quiebro, es deslizarse por la cortadura, no con la insensata ilusión de llegar a coincidir consigo mismo —¿quién hay ahí?—, sino con la idea menos mercurial de sopesar las encrucijadas donde ya se estuvo —quizá sin llegar siquiera en aquel entonces a percibirlas como encrucijadas.

Yo estaba destinado a tal desasosiego. El tiempo transcurría lento como el aceite: abracé una encina previa a toda reconstrucción. Mesetas, mesetas verecundas, láminas de sigilo desde donde organizar un retorno. Una reconstrucción.


ESTÁ AHÍ, está ahí, nosotros sólo        
escribimos lo que estaba ahí, los nombres        
como huellas        
sin fatiga pronunciadas por las cosas.


VIVIR ES pasar        
de una prisa a una urgencia        
de un terror a un naufragio        
de un golpe a otro        

pero sólo vives        
si en medio de ese tránsito        
sabes construir un nido.

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