(CAMINO DEL POEMA)
II
En ansias inflamada
¡Tinieblas, más tinieblas!
Sólo claro el afán. No hay más luz que la luz
que se quiere, el final.
Nubes y nubes llegan
creciendo oscuridad.
Lo azul, allí, radiante,
estaba, ya no está.
Se marchó de los ojos,
vive sólo en la fe
de un azul que hay detrás.
Avanzar en tinieblas,
claridades buscar
a ciegas. ¡Qué difícil!
Pero el hallazgo, así,
valdría mucho más.
¿Será hoy, mañana, nunca?
¿Seré yo el que la encuentre,
o ella me encontrará?
¿Nos buscamos, o busca
sólo mi soledad?
Retumban las preguntas
y los ecos contestan:
Sólo claro el afán. No hay más luz que la luz
que se quiere, el final.
Nubes y nubes llegan
creciendo oscuridad.
Lo azul, allí, radiante,
estaba, ya no está.
Se marchó de los ojos,
vive sólo en la fe
de un azul que hay detrás.
Avanzar en tinieblas,
claridades buscar
a ciegas. ¡Qué difícil!
Pero el hallazgo, así,
valdría mucho más.
¿Será hoy, mañana, nunca?
¿Seré yo el que la encuentre,
o ella me encontrará?
¿Nos buscamos, o busca
sólo mi soledad?
Retumban las preguntas
y los ecos contestan:
«azar, azar, azar».
¡Y ya no hay arredrarse:
¡Y ya no hay arredrarse:
ya es donación la vida,
es entrega total
es entrega total
a la busca del signo
que la flor ni la piedra
nos quieren entregar!
¡Tensión del ser completo!
¡ Totalidad! Igual
al gran amor en colmo
buscando claridad
a través del misterio
nunca bastante claro,
por desnudo que esté,
de la carne mortal.
que la flor ni la piedra
nos quieren entregar!
¡Tensión del ser completo!
¡ Totalidad! Igual
al gran amor en colmo
buscando claridad
a través del misterio
nunca bastante claro,
por desnudo que esté,
de la carne mortal.
(De Todo más claro)
Pedro Salinas, Generación del 27
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