Entendemos todos (aunque no sin discusión) que las Matemáticas son abstracción de la naturaleza, olvido de la idiosincrasia del objeto y mera cuantificación de éste.
Esta particularidad es la que permite que las Matemáticas nos valgan para representar situaciones nuevas, problemas nuevos, con un lenguaje y métodos ya viejos, aunque siempre de actualidad.
La poesía, alguna poesía, intenta esto mismo. Cuando decimos: este poeta, en este verso, se adelantó x siglos/años a su tiempo, realmente decimos: empleó un lenguaje abierto, utilizó expresiones acircunstanciales, recurrió a imágenes intemporales, a sueños que el hombre sigue sin alcanzar desde entonces, a problemas a los que aún no dimos solución...decimos, en definitiva, que aquel texto es extrapolable a nuestros días, a estos nuevos problemas, a esta nueva circunstancia, porque realmente no hablan de la anterior, abstrae de ella la cualidad y se queda con el número.
Considerando esas Matemáticas y considerando esa poesía, ahí tienen un punto de comunión. Espero que se entienda.
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