CIRCUITO
(A Rafael Cansinos-Assens)
El ente errátil que serpeó el Zodíaco
se
ha abatido en espiral sobre mi hangar
Sobre su torso
etiquetas
de los equipajes
en
los f. c. interplanetarios
eran
condecoraciones solares
Su mímica cosmopolita
traducía
los colores de los faros
En la estela de sus miradas
había
un álbum de paisajes cósmicos
Entre su cabellera albina
afloraban
las hebras
de los glaciares astrales
De su verbo
fílmico manaba
el ciclo de las estaciones
Su
espíritu nómada impulsaba
l a s h é l i c e s d e l
e s p a c i o
Y los paisajes
múltiples se desenrollaban
por la manivela de sus labios
con un ritmo cinemático
Yo vivo
dionisíacamente
las
horas helicoidales
Mis ojos
tejen caleidoscópicos
la
red arácnida de los circuitos
A través de
mi prisma
se
descomponen las edades líricas
Mis manos
luminosas
barajan las trayectorias increadas
Mis rayos de
lucífero
perforan los países nocturnos
S o y e l
j i n e t e d e l o s
m e r i d i a n o s
Y mi sed intersticial
apura los continentes olvidados
Sobre
mis hombros
saltan
los puentes trasatlánticos
Entre
mis piernas
permutan
su cauce los ríos
Y en las antenas de mi oídos
vibra
el Zodíaco
Mis pupilas radiográficas
perforan los senos lunarios
y auscultan las palpitaciones selenitas
Sobre
el tapete de las ciudades
manejo
los edificios transeúntes
He
ahí mi circuito
Y a l
a l u z d e
l o s v i o l i n e s s i d é r e o s
r e c o r t
o u n
p u z l e d e r e c u e r d o s
Sobre cubierta
una
canción evadida
incendiaba los horizontes trasmarinos
Una
noche en la Costa Azul
abordé
el navío de los dollars
que
encalló en las ruletas de Sagitario
Sobre las terrazas colgantes
multísonas orquestas negras
frivolizan
el tango de los instantes
En los descotes de las sombras
triangulicé
el área de los besos
Y en la terraza polar
paladeé un cóctel de azul y nieve
Hoy
como un gigante al despertar
la ciudad descontorsiona sus rieles
Las
cosmogonías reflorecen
en
los carteles eléctricos
Y los paisajes neoyorquinos
vibran orquestados
en
ritmos maquinísticos
Aviones
huelguistas
triscan
en las praderas equinoccionales
En el boscaje microfónico
nidifican
los óvulos
del
Verbo Nuevo
En los laboratorios marcianos
los endocrinólogos
cultivan
la partenogénesis astral
Y los hombres mecanicistas
desarraigan su estirpe terrenal
Balando entre el brumario
espíritus aurorales
solicitan
de los intérpretes
el
reino de la cuarta dimensión
Los ríos eróticos
se
desangran en espumas cardíacas
Como solloza entre las olas
la
sirena de cabellera sinfónica
Una amada
candorosa
rima mis
sístoles emotivas
Franjas de carne aurirrosada
acentúan la
morbidez del panorama
Mujer de sonidos iridiscentes
Se fue
a pique tu sonrisa
Frente a mí
la andreídica Eva edissoniana
modula sus gestos cinéticos
De sus senos
voltaicos
exprimo una
euforia luminosa
Y sugerido por su
voz eléctrica
s a l t
o a
l a c o m b a
c o n e l a r c o
i r i s p o r v e n i r i s t a
La guillotina del crepúsculo
vierte sus arias melancólicas
La avidez
nómada se remansa
en un espejo giratorio
En todas las rutas fragantes
hay células de mis alas
Y al descender en paracaídas
mi efigie prismática
arroja cenizas
de trayectorias
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