Viendo su bien tan lejos mi deseo,
alejóseme tanto por seguirle,
que tuve por difícil reducirle
al derecho camino sin rodeo.
Y ahora tan mal me tiene, que me veo
sin fuerza con que pueda resistirle,
tan forzado me tiene a consentirle,
que soy el que de mí menos poseo.
Ninguna novedad hay que me aparte
de tal congoja, ni que yo la crea,
sino para mayor inconveniente;
pues siendo yo de mí la menor parte,
por fuerza hace Amor que él todo sea,
solo para sentir lo que él consiente.
Tiempo fue ya que Amor no me trataba
con tamaña aspereza como ahora,
tiempo fue ya que puso en mi señora
honesta compasión, que no mostraba;
tiempo fue ya que en parte mejoraba
todo lo que mis daños empeora;
tiempo fue ya del cual una sola hora
con mil veces morir no se pagaba.
Háseme vuelto oscura noche el día,
turbose el tiempo cuando más sereno,
el sol, cuando más claro, oscureció.
Amor tornó a seguir los que seguía,
y el bien que tuve, como bien ajeno,
de absoluto poder me le quitó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario