Pide ajeno beneficio el que refiere el suyo.
Dos veces vence el que en la victoria se vence a sí.
Lo que de raíz se aprende, nunca del todo se olvida.
Buena es la riqueza si la manda la razón.
Quien puede ser injusto quiere serlo.
Causa es de obrar mal el haber obrado.
En obligación nos pone de dar el haber dado.
Despreciable cosa es el hombre cuando no se levanta sobre su esfera.
Tanto más crece el esfuerzo, cuanto más consideramos la grandeza de lo emprendido.
Debe tomarse consejo conforme al día, y si es posible, conforme a la hora.
Merece salir engañado el que, al hacer un beneficio, tenía cuenta con la recompensa.
La diversidad de libros distrae al entendimiento.
Determínese despacio lo que para siempre se resuelve.
Tarde se olvida lo que se aprende por mucho tiempo.
La diligencia nos parece tardanza cuando deseamos una cosa.
Por el vicio ajeno enmienda el sabio el suyo.
Al infeliz sóbranle y fáltanle pensamientos.
Súfrase, y no se reprenda lo que excusar no se puede.
Haz lo que debes, y no lo que puedes.
La felicidad no mira de dónde nace, sino adónde puede llegar.
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