Escaleras de agua
I
En las simas abisales de la noche,
un ángel blanco
deposita el dolor
y, alas de luz,
asciende deslumbrante.
Enmudece el oscuro clamor del oleaje.
Márgenes
Lee el libro de las escaleras,
verás como los márgenes
confluyen con el centro,
verás que espacio y tiempo
son sólo ejes de aire,
que el aquí no es aquí,
es un punto sin punto
y que el mapa agitado de vida,
esa imagen cambiante
que alberga toda forma,
no es la vida,
que carece de imagen
y se ensarta inasible al infinito.
Zuang Zi lo sabía:
sin decir nada, dice,
mas si dice no dice...
Avanza, pues,
por tan sutiles páginas:
siéntate en el olvido.
Pórtico
Desde el umbral de luz,
invierto la postura,
y pongo el pie
en lo alto del arco,
y boca abajo...
Así era la oración
en el brocal del pozo,
mas con los pies atados
y el cuerpo suspendido
sobre un fondo
de aguas silenciosas.
Aquí no hay ataduras,
y el fondo,
que es un centro,
callado
como las aguas mudas,
no se insinúa.
Y yo avanzo
por la espiral escalonada,
de giro en giro,
hasta entrar
en la danza
del laberinto.
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