ARDEHAL (KASHÁN)
Cuando cae la tarde
se yerguen como alas
los troncos de los árboles
y despliegan el misterio.
El monte se retira
para que quede grabada en el aire
la línea del más allá.
Tú estás aquí
y aumentas el enigma.
Y más aquí está el punto
que se abre creciente a la oscuridad.
Todo cabe debajo de los párpados dormidos,
hasta el gesto de las amapolas
que amansan el temor.
Si un día llega el día,
seguiré en esta hora
que escribe sobre la tierra
un verso negro
que solo tú descifras.
No abras los ojos,
que ya leo el sentido del sinsentido
en las vetas del suelo,
y saltan hacia mí fuentes de luz
desde el otro lado de tu sueño.
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